Lunes por la noche en el bar "Bon Tempo" ubicado en el barrio de flores, mientras algunas personas cenan, y los mozos van y vienen con la bandejas; en la mesa que se encuentra frente al televisor se encuentran Alfredo y Juan, dos hinchas de San Martin de San Juan que se disponen a ver el encuentro frente a Almirante Brown.
Mientras esperan que el partido comience, los dos hombres nacidos en Caucete disfrutan de una picada acompañada de un cerveza. "Comemos ahora porque durante el partido no vamos a poder probar bocado", dice Juan entre risas. El cotejo comienza, y en los primeros minutos San Martin muestra un nivel muy flojo, tal es así que a los 20 minutos Rodrigo Díaz pone en ventaja a la "Fragata". "Esta pasando lo mismo que el campeonato pasado que íbamos punteros y después nos caímos, jugando así no vamos a ascender nunca", manifiesta enojado Alfredo, Juan más calmo dice que falta tiempo y que cree que se puede dar vuelta el resultado.
El primer tiempo finaliza, y los dos hombres aprovechan para pedir otra cerveza. "Esperemos que lo den vuelta. De local hay que ganar siempre si queremos ascender", declara Juan. Arranca el segundo tiempo, y a los 4 minutos el "Verdinegro" logra el empate, por intermedio de Caprari. Los dos hombres festejan y se abrazan de felicidad.
El partido transcurre de ida y vuelta, hasta que a 5 minutos del final Sebastián Penco es derribado dentro del área, y el arbitro Luis Alvarez cobra penal. "Vamos San Martin" grita Alfredo, mientras Juan reza en silencio.
Penco ejecuta el penal, y lo erra, pero el mismo toma el rebote y marca el 2 a 1, desatando la locura en los dos hombres. "Vamos que ascendemos", dice eufórico Alfredo. Finalmente el triunfo de San Martín se consuma, y los dos hombres se retiran del bar contentos con el triunfo. Ahora a dormir felices que mañana hay que trabajar dice Juan, mientras ambos se van caminado por la calle Artigas.
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